Hace unos meses, en casa hemos dado el paso y cambiamos la bañera por la ducha. Es algo que ya habíamos considerado pero tardamos un poco en decidirnos.
Desde hace algunos años, en concreto desde mi segundo brote (el del vértigo), instalamos un banco de esos que quedan atravesados en la bañera. Te sientas desde fuera y una vez sentado levantas las piernas para sortear la pared de la bañera y te duchas sentado, y para salir, inviertes el proceso. Es muy útil cuando sientes mareos, si las piernas están torpes o si estás cansado y te encuentras débil.
En muchas ocasiones, ha sido imprescindible y aunque no lo he necesitado siempre para ducharme, me ha dado mucha tranquilidad tenerlo ahí. El mayor uso que le he dado ha sido después de la ducha, para vestirme, secar el pelo, etc. Incluso me sentaba en él para limpiar el baño más cómodamente y sin fatigarme tanto. La verdad es que me ha venido de lujo.
Pero este año ya era urgente y necesario hacer algo al respecto, porque mi situación se volvió insostenible. Yo venía de pasar la semana en el hospital con mi quinto brote (el fuerte, el de las piernas). Allí, todo el baño estaba adaptado y no había que levantar ni un pie para poder ducharse. Me dije: esto es lo que necesito, lo que me gustaría tener en casa.
Por suerte en mi casa hay dos baños. El banco se ha quedado en la bañera grande y en el baño pequeño es donde se hizo el cambio. Yo nunca lo utilizaba para ducharme porque la bañera era tan pequeña que entrar y salir de ella eran un deporte de riesgo y ni siquiera había espacio suficiente para colocar un banco o un cualquier otro asiento. Ahora la ducha va a ras de suelo, con un taburete que se puede mover y barras de apoyo para mayor seguridad.
El cambio no ha sido sólo para mí, sino para toda la familia. Después de utilizarlo esta temporada, confirmo que merece la pena totalmente. Ha sido una inversión en seguridad y una mejora considerable.
Me cuesta entender que en la mayoría de viviendas nuevas sigan instalando bañeras. Una cosa es no necesitar una ducha adaptada, pero lo que sí nos conviene a todos es reducir y eliminar riesgos para evitar caídas y accidentes que pueden resultar muy graves.
La casa, los muebles, el baño, etc. tienen que hacernos la vida más cómoda y estar a nuestro servicio, no al revés.
Asi es, sin duda la ducha es no mejor, mas bien necesaria en este caso de EM por el riesgo, porque imagina que puedes acceder a la bañera, pero no estas libre de un mareo, o cualquier episodio
Siempre dije una ducha en una casa debe de tener obligatoria, porque puedes tener mil cosas ademas con suerte llegaras a la tercera edad, pero claro cuando eres joven y tienes dificultades no lo ves. yo tenia un bungalow precioso, hoy tengo silla y un pisito con ascensor
Feliz navidad
Tienes toda la razón. Cuando se es joven no te das cuenta del riesgo que supone y de lo beneficioso que es tener una ducha para toda la familia. Tenemos que ir adaptando nuestro entorno a medida que cambian las circunstancias.
Muchas gracias por comentar y feliz navidad a ti también 🙂