Cuando una está pinchándose inyecciones un día sí y un día no, se agradecen unos consejos para cuidar la piel, como los que me ha dado mi enfermera.
Como algunos sabréis, comencé mi tratamiento con Betaferon en julio de 2011.
Me explicaron muy bien los pasos para preparar la inyección y manipular el autoinyector antiguo, el Betacomfort. Lo que no me enseñaron tan bien fue la identificación de las zonas de inyección, y durante mucho tiempo, me pinchaba la inyección subcutánea en lugares más bien indicados para inyecciones intramusculares. Lo que tampoco me enseñaron en su debido momento fue el funcionamiento del autoinyector nuevo, el Betaconnect, que tiene más parámetros que se pueden modificar.
Utilizaba alcohol como desinfectante de la piel antes de la inyección, y aplicaba frío después. Algunas zonas acabaron tomando bastante mal aspecto, muy doloridas y a menudo se notaban pequeños bultitos bajo la piel.
Al preguntar a mi neurólogo por estas cuestiones, en seguida me pasó con mi enfermera y repasamos una por una todas las zonas de inyección, descartando temporalmente algunas y habilitando otras nuevas; comprobamos la profundidad y la velocidad de inyección del Betaconnect; me recomendó mantener la piel hidratada, etc.
Aquí tenéis un repaso de todo lo que consideramos más importante para mí:
- Localizar e identificar correctamente las zonas de inyección. Muslos, brazos, abdomen y glúteos. Algunas zonas resultaron ser más extensas de lo que yo pensaba, otras no tanto. La grasa está repartida de forma diferente en cada persona, por tanto, las zonas de inyección para mí, no coincidirán con las recomendadas para otro paciente, y seguro que difieren de las que aparecen en las ilustraciones como las que aparecen en la foto. Estos dibujos son orientativos y están bien como referencia, pero no debemos guiarnos sólo por ellos, sino consultar primero con un especialista.
-
- Aprender a preparar la solución de Betaferon y las técnicas de inyección con ayuda del autoinyector. Es importante controlar la profundidad y la velocidad de inyección: yo he puesto el Betaconnect en velocidad media y 10 mm de profundidad. Otra vez, depende de cada persona: yo estaba poniendo 8 mm, que puede ser demasiado poco y dañar la piel, pues el medicamento no se está repartiendo por la zona adecuada. Y si tenéis dificultades para acceder a alguna zona, pedid ayuda a un familiar.
- Si queda un pelín de aire en la jeringa cuando la estamos cargando, no hay que alarmarse, pues ese aire crea un pequeño espacio donde luego puede depositarse el Betaferon.
- No utilizar alcohol para desinfectar la piel. El alcohol reacciona con los componentes del Betaferon, así que vale más sacarlo de la ecuación. Simplemente limpiamos la piel con agua, como mucho, agua y jabón, y la secamos bien con una toalla limpia.
- No aplicar frío en la zona de inyección, ni justo antes, ni inmediatamente después de pincharse (como hacía yo). No es recomendable que la piel se contraiga en ninguna fase de la inyección subcutánea de Betaferon.
- Aplicar crema hidratante a diario. Es importante que la piel esté hidratada para que sufra menos con los pinchazos. Para ello sirve la crema Nivea de toda la vida, la de la lata azul, o también cualquier gel con alto porcentaje de aloe vera, dando un masaje suave. Además, mi neurólogo y mi enfermera también me han recomendado que probara el gel anticelulítico efecto frío de Mercadona, porque a muchos de sus pacientes les ha funcionado muy bien.
- Si la zona de inyección está enrojecida, inflamada, si arde, etc.: en este caso sí podemos aplicar frío, para rebajar la inflamación. Podemos utilizar pomada con corticoides durante cuatro o cinco días, nunca de forma continuada: Adventan, por poner un ejemplo. Y también tenemos el truco de la abuela: aplicar una gasa o compresa empapada en agua de mar mezclada con unas gotas de vinagre (eso lo tenemos más fácil los que vivimos en la costa).
- Aunque parezca obvio, no masajear la piel y no aplicar crema o pomada de ningún tipo sobre la zona de la última inyección hasta pasadas seis horas como mínimo,y no realizar actividades intensas ni muy demandantes después de las inyecciones, sino descansar. Por eso lo mejor es pincharse por las noches, antes de acostarse.
Después de unos meses, aunque a veces siento molestias, mi piel ha mejorado sustancialmente, y me he dado cuenta (otra vez) de lo importante que es preguntar las dudas y consultar con los especialistas para saber qué es lo que viene mejor a cada uno.
Seguro que muchos de vosotros ya conocíais consejos para cuidar la piel, pero nunca viene mal repasarlos y tenerlos presentes, para seguirlos casi como una parte más del tratamiento.
Recordad que estos consejos son individualizados, los he recibido de mi enfermera y mi neurólogo, para mi tratamiento con Betaferon.
En los comentarios podéis dejar los trucos para vuestros tratamientos.